A partir de un elemento cerámico tan popularizado en los últimos años como símbolo de una recesión económica, como es el ladrillo he planteado un trabajo en el que el ciudadano o transeúnte anónimo, aparece representado en el dándole voz y haciéndole protagonista como respuesta activa ante este problema. Con esta escultura, titulada “Antimonumento urbano”, pretendo transmitir esa derrota de ese modelo económico insostenible y el impacto que generan estos lugares en el paisaje de nuestras ciudades. La idea era generar un muro y un conjunto de columnas, refiriéndose a una arquitectura en proceso, detenida en el tiempo, debido a la crisis económica. En estos aparecen representados de forma “fantasmagórica” unas figuras antropomórficas evidenciando, la ausencia de moradores, la falta de uso y habitabilidad de estas construcciones.

Numerosas son las edificaciones que debido a la “burbuja inmobiliaria”, se han quedado sin concluir debido a la falta de dinero, a la mala gestión y a la especulación de empresarios e Instituciones. El destino de esta es impreciso, es decir muchas han caído al olvido, al abandono, no siendo estas inmunes al deterioro producido por el ser humano mediante saqueos y mucho menos a los estragos de la naturaleza sobre ellos.

Estas ruinas, son la vergüenza de nuestra sociedad capitalista y de la mercancía, en el que existe poco o ningún criterio a la hora de urbanizar. El fracaso de este modelo económico ha producido que en la mayoría de los extrarradios de los núcleos poblacionales podamos observar estas nuevas ruinas.

El paso del tiempo, el abandono y el no uso de ellas, produce una condenada hacía un proceso entrópico imparable.

Antimonumento urbano ha sido expuesta en númerosas ocasiones en exposiciones colectivas tales como: Cerámica: Arte y Función. Bizkaia Aretoa, sala Axular, 2014 Bilbao, Artekalea Balmaseda 2015, Encuentro/ Topaketa, Gau Irekia, Espacio Creativo Pedro Tejada sorlekua, 2015 Bilbao.

A ceramic element that has become so popular in recent years as a symbol of economic recession, such as the brick, is the starting point for a work in which the anonymous citizen or passer-by is represented in it, giving it a voice and making it the protagonist as an active response to this problem. With this sculpture, entitled «Urban Antimonument», I intend to convey the defeat of this unsustainable economic model and the impact that these places have on the landscape of our cities. The idea was to generate a wall and a set of columns, referring to an architecture in process, stopped in time, due to the economic crisis. In these, anthropomorphic figures are represented in a «phantasmagoric» way, showing the absence of inhabitants, the lack of use and habitability of these constructions.

Numerous are the buildings that, due to the «real estate bubble», have remained unfinished due to lack of money, mismanagement and speculation by businessmen and institutions. The destiny of these is imprecise, that is to say, many have fallen into oblivion and abandonment, not being immune to the deterioration produced by human beings through looting and much less to the ravages of nature on them.

These ruins are the shame of our capitalist and commodity society, in which there is little or no criteria when it comes to urbanisation. The failure of this economic model has produced that in most of the outskirts of the population centres we can observe these new ruins.

The passage of time, the abandonment and the non-use of them, produces a condemnation towards an unstoppable entropic process.

Antimonumento urbano has been exhibited on numerous occasions in collective exhibitions such as: Cerámica: Arte y Función. Bizkaia Aretoa, Sala Axular, 2014 Bilbao, Artekalea Balmaseda 2015, Encuentro/ Topaketa, Gau Irekia, Espacio Creativo Pedro Tejada sorlekua, 2015 Bilbao.